Es quizás la principal figura de la nueva generación de la izquierda
brasileña. A fuerza de carisma, liderazgo popular y claridad política, a
sus 35 años Guilherme Boulos pasó de referente social (líder del
Movimiento Sin Techo) a ser “la esperanza del futuro”, según palabras
del propio Lula en el cierre de su último discurso antes de ir a
prisión. En esta entrevista, el también precandidato presidencial por el
Partido Socialismo y Libertad (PSOL) analiza la crisis estructural del
sistema político brasileño y destaca que “va a ser muy importante la
presión internacional para la libertad de Lula y para restaurar la
democracia”. Además, reflexiona sobre los límites que mostraron los
gobiernos del PT: “Ya no hay más espacio para una política de
conciliación de clases, no hay posibilidades de avanzar sin enfrentar
los privilegios de los de arriba”.
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