Todo periodista que ha visitado el bastión del PKK durante los 
últimos años conoce a Zagros Hiwa. Él posibilita el trabajo de los 
informadores en las montañas Qandil. 
 Siempre que las 
circunstancias lo permiten, Zagros Hiwa responde al teléfono o al 
e-mail. Hay que avisar con tiempo para que el enlace de prensa del PKK 
pueda concertar las entrevistas con la guerrilla. A menudo, los mandos 
necesitan días para atravesar las montañas a pie y reunirse con la 
prensa. 
 Acostumbrado a esa labor de mediador, Hiwa vacila antes 
de concedernos la entrevista. Finalmente, logramos convencerle de que la
 suya también es una historia que merece ser contada. 
 Desde un 
lugar sin determinar de Qandil, Hiwa recuerda que nació en Kurdistán 
Este (bajo control de Irán) hace 40 años. A pesar de ser muy joven 
cuando estalló la revolución que sacudió el país en 1979, el guerrillero
 dice conservar una imagen muy viva de aquellos años: 
 “Recuerdo a
 la gente huir cuando el Ejército entró en Kurdistán; recuerdo las 
ejecuciones en las calles… Tuvimos que abandonar nuestra aldea para ir a
 la ciudad, a Sanandaj”, relata Hiwa, remontándose a los inicios de la 
década de los 80. A pesar de que los kurdos de Irán habían participado 
activamente en el levantamiento que derrocó al Mohamad Reza Palevi, el 
nuevo liderazgo del ayatolá Jomeini reprimió duramente la oleada 
nacionalista kurda tras la caída del sátrapa que había gobernado el país
 desde 1941. 
 Fueron años difíciles en los que los padres de 
Hiwa, ambos campesinos, apenas contaban con recursos para mantener a sus
 siete hijos en la ciudad. Contra todo pronóstico, Hiwa se forjó su 
propio camino a través de una vía inesperada. 
 “En la escuela 
tuve un muy buen profesor que me transmitió el interés por el inglés”, 
recuerda el combatiente, quien acabaría licenciándose en Filología 
Inglesa por la Universidad de Sanandaj en 1996. Era ya profesor de 
secundaria cuando obtuvo un posgrado en Enseñanza del Inglés como Lengua
 Extranjera. Muy a su pesar, aquel sería el final de su hasta entonces 
brillante trayectoria académica. 
Sem comentários:
Enviar um comentário