Los represores firman con seudónimo y se declaran víctimas de la
persecución del kirchnerismo. Usan la publicación para presionar
prerrogativas como las domiciliarias. Un relato de los festejos por la
derrota de “la viuda”.
El domingo 27 de abril de 2014, los
represores del Pabellón 5 del módulo “lesa humanidad” de Marcos Paz,
conocidos como los duros, comenzaron a publicar Te cuento... La Semana.
Es una furiosa revista digital que en dos años pasó de dos a catorce
páginas y se presenta como la voz de los “presos políticos” de varias
cárceles del país. Tiene cartas de lectores, la sección “Resistencia”,
un chiste como editorial y fotos que aparecen en peligrosa clave de
escarnio público. Lejos de parecer pobres ancianos al borde de la
muerte, propulsan campañas contra los juicios y coordinan estrategias
para obtener prerrogativas como las domiciliarias.
Las
tapas son explícitas, temas como festejar la domiciliaria de Eduardo
Rodolfo Cabanillas, un “instructivo para documentar y certificar
martirios y muertes ilegales en prisión”, y una suerte de llamado a la
huelga de hambre de los mayores de 70 años, para poder irse a casa. Pese
a que se horrorizaron cuando Barack Obama visitó el Parque de la
Memoria del brazo de Mauricio Macri, la revista festejó el cambio de
gobierno con un título de tapa breve: “Esperanza”.
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