A partir de hitos políticos recientes como la perdida de las
elecciones legislativas en Venezuela, el ascenso de Macri al Gobierno en
Argentina, la derrota de Evo en el Referendo en Bolivia, el juicio
político a Dilma y el golpe institucional en Brasil, etc., algunos
intelectuales han planteado el ‘fin del ciclo progresista’, usted se ha
referido mas bien al fin o agotamiento del proyecto posneolibera ¿Podría
explicarnos los elementos centrales de esta distinción?
Lo que
pienso es que los países que son progresistas en América latina -que ha
sido el único continente donde esto ha pasado, con algunas excepciones,
como Indonesia, pero apenas-, son precisamente pos-neoliberales, pero no
pos-capitalistas; en el sentido que han reorganizado el Estado, las
funciones sociales del Estado, funciones que habían sido destruidas por
el neoliberalismo, especialmente de cierta redistribución de la riqueza,
y de mejor acceso a servicios públicos como educación, salud, etc y
realizando también bastantes inversiones publicas, esa fue la
característica de los regímenes mas progresistas en América Latina, que
podemos llamar en este sentido pos-neoliberales.
Hay gente,
especialmente algunos economistas que dicen "no, no hay nada de
pos-neoliberal, siguen en la misma orientación neoliberal" pero pienso
que dicen eso porque reflexionan mas como economistas. Pienso que como
sociólogo, estoy atento a otros factores mas que solamente al factor
económico, como el factor político, que es la reconstrucción del Estado,
de verdad un Estado muy clásico, generalmente de hecho muy
centralizado, con absorción de las funciones judiciales y parlamentarias
por el Ejecutivo, con un líder carismático, y que tiene siempre cierto
peligro de caudillismo, pero reconstruyendo funciones del Estado.
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