A su padre le llamaban "campechano". Y a él, "preparado". Felipe VI,
que ha cumplido 50 años este martes, es el primer rey de España con
carrera universitaria, incluso estudió COU en Canadá y un máster en
Georgetown tras licenciarse en Derecho en la Universidad Autónoma de
Madrid.
Pero también, como sus predecesores, se formó en las artes militares, marineras, deportivas y cinegéticas.
Si su padre llegó al trono tras ser ungido por el dictador y jurar los
principios fundamentales del régimen franquista; Felipe lo hizo en junio
de 2014 tras la abdicación de un Juan Carlos asfixiado por los
escándalos. Si Juan Carlos, que acaba de celebrar su 80 cumpleaños con
bombo y platillo mediático, se convirtió en rey durante la agonía del
franquismo –ya sin Franco–; Felipe fue coronado en plena crisis del
régimen del 78: tres años después del 15M y un año antes de un 20D que
dibujó una España que, de momento, enterraba el bipartidismo.
Juan Carlos no dejó el paso a su hijo por gusto. La abdicación, pactada
entre Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba, llegó tras las
imputaciones a Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón, los papeles de
Bárcenas, el caso de los ERE, la cacería en Botsuana, el fin de ETA, el
reparto desigual de la crisis y las aspiraciones independentistas
catalanas: todo ello, elementos de erosión de la arquitectura de 1978.
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