Footprints - Praia do Castelejo, Vila do Bispo, Algarve
segunda-feira, 31 de agosto de 2020
Cuando Madrid fue Guernica
De nación clandestina a nación insurgente
Prisioneros políticos mapuches en huelga de hambre se encuentran al borde de la muerte
sexta-feira, 28 de agosto de 2020
La heredera de Sanders
Trump lanza sus tentáculos para controlar el BID
quinta-feira, 27 de agosto de 2020
¿Qué hay detrás de la campaña contra la okupación?
El “efecto Corinna”, la crisis en el régimen y el futuro del Gobierno de coalición
El regreso de Fu Manchú
¿Primacía o hegemonía?
Multinacionales irresponsables
terça-feira, 25 de agosto de 2020
¿Y si Trump no se marcha?
segunda-feira, 24 de agosto de 2020
¿Es posible una revolución socialista hoy?
¿Un ex Fiscal General apoya a un presunto delincuente?
El gran éxito de la estrategia contra covid-19 de Kerala
quinta-feira, 20 de agosto de 2020
¿República o monarquía? Una réplica a diez sinrazones
El hostigamiento a Iglesias y Montero, nuevo capítulo de la impunidad de la ultraderecha
¡Luces! ¡Cámara! ¡Maten! Hollywood, el Pentágono y las ambiciones imperiales
Los jóvenes de Gaza: atrapados, desesperados y abocados al suicidio
segunda-feira, 17 de agosto de 2020
No se deje engañar por el “Acuerdo de paz” de Trump entre los Emiratos Árabes Unidos e Israel
Uno de los aspectos más destacados del panorama internacional
domingo, 16 de agosto de 2020
“En Brasil muere cada 23 minutos un George Floyd”

Una investigación destapa las vejaciones post mortem contra las mujeres durante el franquismo
Desabafo sentido!
sábado, 15 de agosto de 2020
El aniversario de una lección que la humanidad no aprendió
¿Quién se beneficia de la explosión de Beirut?
sexta-feira, 14 de agosto de 2020
Tocata y fuga del Emérito
Colonialismo, violencia de Estado y prisión política mapuche
Cien mil vidas perdidas, no aceptes «la nueva normalidad»
quinta-feira, 13 de agosto de 2020
La pandemia ha sido buen negocio para los multimillonarios en EE.UU.
El carácter social del feminismo
quarta-feira, 12 de agosto de 2020
Israel apoya a los militantes separatistas en el sur de Yemen
Cómo ganaron los fascistas la Segunda Guerra Mundial
El BCE inunda de dinero la banca española mientras el país se hunde en deudas impagables
terça-feira, 11 de agosto de 2020
Desde Iraq, 20 postales con amor en la era COVID-19
Trabajo infantil, derechos humanos esenciales o hitos de la deshonra

La memoria contra el terrorismo
segunda-feira, 10 de agosto de 2020
Reyes, cómplices y súbditos
El hijo de Juan Carlos I

La monarquía se pone un collarín
¿Posuribismo, neouribismo o gatopardismo?
La COVID-19 podría cambiar totalmente la geopolítica
sábado, 8 de agosto de 2020
La vergonzosa huida del rey
Hay que desclasificar la gran patraña del juancarlismo

El Covid-19 permanece, la desigualdad aumenta: el subdesarrollo dice presente
Claves de un Estado criminal: Dios, patria y capital

La guerra fría de EE.UU. con China aislará a EE.UU., no a China
sexta-feira, 7 de agosto de 2020
La Guerra de Libia, una escalada preocupante
Los hijos de la violencia
Por sus frutos los conoceréis
quinta-feira, 6 de agosto de 2020
¡Hiroshima mon amour!, o la masacre nuclear que espejó el fin del mundo
La ciencia daba la oportunidad de demostrar a “los japos” que había nacido un imperio, muy superior a todos los anteriores, que en menos de lo que canta un gallo podía reducir a cenizas, a la nada, “al enemigo”. Así se inauguró “Apocalypse Now”: la Era del exterminio masivo de civiles.
Fue una mala decisión lanzar las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki – a pesar de que todavía lo aprueba el 56 por ciento de los estadounidenses-[1] y acabar con la vida de cientos de miles de civiles que fueron vaporizados o abrasados tras las explosiones nucleares que dejaron escrita con “sangre[2]” una de las páginas más macabras de la historia de la Humanidad. Aquellas masacres atómicas espejaron cómo sería el fin del mundo si los monos que gobiernan el planeta deciden apretar “el botón nuclear” para medir sus fuerzas en “el glóbulo cósmico” que nos ha tocado habitar.