Tejero inrrumpiendo en el Congreso pistola en mano el 23-F. / Efe
He echado de menos un hipervínculo en el editorial de El País, cuando, respecto a un posible consenso republicano en la población, afirma que “los datos indican lo contrario”. ¿Qué datos? Llevamos años pidiendo que el CIS se pronuncie al respecto y resulta de lo más sospechoso que no lo haya hecho jamás. El País
está demasiado acostumbrado a dictar a los españoles cuáles son y
cuáles no son los datos que hay que creerse. Ese monopolio de la
credibilidad que ha ostentado desde la Transición, le ha permitido
construir la realidad según le convenía inventársela. Pero ahora la cosa
ya está empezando a sonar un poco ridícula.
La verdad es que, como muy bien han explicado David Torres y Cristina Fallarás, el papel de los grandes medios de comunicación respecto a la monarquía ha sido bochornoso.
Se han dedicado a negar y negar la evidencia de lo que “todo el mundo
sabía”, desde la corrupción en los tiempos de Prado y Colón de Carvajal o
Javier de la Rosa, hasta la mil veces denunciada implicación del Rey en
el golpe de Estado del 23F, de la que ya aportó bastantes datos el coronel y jefe del CESID Juan Alberto Perote y también Pilar Urbano.
Sem comentários:
Enviar um comentário