No contento con defender la
figura del Rey Emérito en rueda de prensa, y para apagar el clamor republicano
de un sector de su partido (Juventudes del PSOE), el Presidente del Gobierno,
Pedro Sánchez, pocos días después, mandó carta a la militancia de su partido,
volviendo a resaltar la idea que ante los periodistas había defendido en torno
a la huida del Rey Emérito y sus posibles consecuencias para la institución, a
saber: “Se juzga a las personas, no a las instituciones”. Para empezar,
señor Sánchez, todavía no hemos juzgado a esa persona, la figura del ex Jefe
del Estado, Rey Juan Carlos I, porque durante todo su reinado ha sido
inviolable según la Constitución, y después de su abdicación, parece que también
quieren mantener su inviolabilidad, de ahí lo de la figura del “Emérito” sacada
de la chistera, sin precedentes en ningún país del mundo. Luego por tanto,
primero habrá que juzgarlo. Pero resulta que si defendemos su huida del país
como “una decisión privada”, como quien compra una entrada para ir al cine, en
vez de denunciar dicha huida como se hubiese hecho con cualquier otro
ciudadano, estamos poco menos que sembrando, de nuevo, una alfombra roja para
continuar con la impunidad. Juan Carlos está siendo investigado por la justicia,
huye del país…¿y aquí no pasa nada? ¿Qué comentarios se harían si cualquier
otra persona está siendo investigada y huye del país? ¿No les faltó tiempo para
declarar a los independentistas catalanes que tuvieron que exiliarse como “prófugos
de la justicia”?
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