Empecemos por el universo todo e internémonos en nuestro mundo. ¿A
quién le importa? A ellos –los extraterrestres–, no; por lo que sabemos,
ellos no están acá. Hasta donde sabemos, en nuestra galaxia y tal vez
en otros sitios más, aparte de nosotros (y el resto de criaturas en este
modestísimo planeta nuestro) no hay existencia humana. Entonces no
contamos con alienígena alguno por ahí que se preocupe por lo que le
pasa a la humanidad. No existen.
Y, por supuesto, en cuanto al
planeta –la Tierra– en sí, no puede preocuparle, no importa qué podamos
hacerle. Y estoy seguro de que para el lector no es una novedad que
cuando se trata de él –y me refiero a él, por supuesto, el
presidente Donald J.Trump, de quien se sabe que tiene un vacío en el
sitio donde en el ser humano normal podría estar la empatía... no le dé
demasiada importancia. Más allá de él mismo, sus negocios y,
posiblemente (solo posiblemente) su familia, es claro que no podríamos
importarle menos ni, para el caso, lo que pueda pasarle a cualquiera de
nosotros una vez que él haya dejado este mundo.
Sem comentários:
Enviar um comentário