No es ningún secreto que la ofensiva del Gobierno israelí contra la
libertad de expresión en los últimos años se ha extendido a la
Universidad. A través de grupos de estudiantes de extrema derecha, como Im Tirzu, propusieron códigos éticos que prohibirían que los profesores expresen opiniones políticas en clase,
así como intentos de cerrar departamentos universitarios enteros que se
consideran demasiado izquierdistas. En gran medida el Gobierno ha
calificado la idea misma de libertad académica de subversiva.
Sin embargo la Universidad israelí todavía se mantiene como un baluarte
progresista e independiente frente al pensamiento extremista y
reaccionario, un argumento a menudo desplegado para argumentar en contra
de los boicots académicos liderados por los palestinos. Pero, por
debajo de la retórica, la verdad es que las universidades de Israel
colaboran estrechamente con diversos organismos estatales, desde las
industrias militares y armamentistas hasta las redes y programas
anti-BDS.
Preocupado por la restricción, así como por la
represión de los profesores y estudiantes palestinos en los territorios
ocupados, un nuevo grupo de académicos israelíes denominado “Universidad
para la igualdad” está trabajando para exponer esos vínculos y mantener
la idea de que la Universidad sigue siendo uno de los últimos bastiones
del pensamiento progresista.
Sem comentários:
Enviar um comentário