La noche del 3 de agosto pasado se capturó el barco pesquero Fu Yuan Yu Leng 999. En
el interior de esta embarcación estaban embodegadas 300 toneladas de
pesca, fundamentalmente tiburones: más de seis mil ejemplares, adultos y
neonatos, de tiburones Zorr, Silky y del protegido -y espectacular-
tiburón martillo. En sacos de yute se hallaron también aletas de
tiburón, obtenidas presuntamente por la abominable práctica conocida
como ‘finning’: una vez capturado el tiburón, se corta su aleta
en vivo y se devuelve el animal al mar, donde morirá. Cada año 73
millones de tiburones mueren para que 73 millones de aletas, a más de
500 dólares el kilo, lleguen al mercado mundial. China es el principal
consumidor, debido al famoso plato de sopa de aleta de tiburón
-reservado a un estatus económico muy alto- que puede llegar a costar
150 dólares.
Sem comentários:
Enviar um comentário