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sábado, 12 de setembro de 2015

Crisis migratoria: brazos abiertos para dar la bienvenida, armas para matar

La avalancha de personas que huyen de la guerra y la miseria aumenta diariamente y alcanza las orillas y fronteras de Europa en un intento desesperado por verse a salvo. La mayoría viene de Siria, donde una guerra civil descarnada ha provocado la muerte a más de 200.000 personas en los últimos cinco años y el desplazamiento dentro y fuera de las fronteras de ese país de doce millones de personas, la mitad de la población siria.
Otros emigrantes vienen de África subsahariana. Huyen de la pobreza y los conflictos armados en sus países. Al igual que muchos sirios, estas personas logran llegar a Libia, país que actualmente se encuentra en un virtual estado de anarquía, y se arriesgan a cruzar el Mediterráneo en embarcaciones tan peligrosas como sobrecargadas de pasajeros. Miles se han ahogado. Paradójicamente, muchos de esos migrantes se dirigen hacia los mismos países que vendieron las armas que se utilizan en las guerras de las que huyen.
Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, se refirió a la crisis migratoria en su discurso sobre el estado de la Unión Europea, pronunciado esta semana en Estrasburgo, Francia: “No hablo de 40.000 ni de 120.000. Hablo de 160.000. Esa es la cifra de refugiados de la que los europeos debemos hacernos cargo y a los que debemos acoger con los brazos abiertos”. Junker utilizó en su discurso la expresión en inglés “take in arms”, refiriéndose obviamente a la idea de dar un abrazo protector, pero la palabra “arms”, paradójicamente, significa también “armas”. Otra europea, que ha visto de cerca el sufrimiento de los refugiados, toma la voz inglesa en ese otro sentido.
“Son nuestras armas las que destruyen esos países y diezman a sus poblaciones”, sostuvo Annette Groth en el noticiero “Democracy Now!”. Groth integra el Parlamento Alemán y es la portavoz de derechos humanos del partido alemán La Izquierda. Retornó recientemente de un viaje a Hungría, donde fue testigo de los miles de inmigrantes que se encuentran varados en la estación de trenes de Budapest: “Alemania es el tercer mayor exportador de armas, y tenemos muy buenas relaciones, hasta la exageración, con países como Arabia Saudita y Qatar, a pesar de que existe una gran oposición a esto, y mi partido siempre se opone, al igual que el verdadero movimiento pacifista. Nuestro gobierno aún está entregando armas a Arabia Saudita, que a su vez apoya al ISIS , a los yihadistas. ¿De qué estamos hablando?”.

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