Footprints - Praia do Castelejo, Vila do Bispo, Algarve

quinta-feira, 10 de setembro de 2015

Cuando una foto no es una foto

En los últimos días, logramos conmocionarnos en masa al ser conscientes nuevamente del horror y la miseria en la que millones de personas viven, en la región mediooriental de nuestro planeta. La prensa internacional nos mostró sin sutileza la realidad de aquellos que huyen de la guerra y la pobreza. Una foto estuvo en las primeras planas. Rápidamente, los periódicos y los más importantes canales de televisión hicieron pública la terrible imagen, la que todos odiamos ver, la que nos arrancó algunas lágrimas y contrajo nuestras gargantas.
Pero me detengo. Y hago memoria… ¿Es que dejamos pasar información deliberadamente, salvo que la crudeza de una foto logre conmovernos?

Hace meses que las noticias sobre inmigrantes que se ahogan en el Mediterráneo pasan cual fotogramas por nuestras retinas. Da impotencia pensar que podemos seguir recibiendo pequeñas historias de vidas perdidas o resignadas, a través de mini textos o palabras mezcladas, trilladas y puestas en el nivel más banal por los popes del periodismo mundial.

Se me hace urgente repensar el asunto, recordar y armar un marco de información por demás confusa, que en apariencia no aparece como tal.

Y así continúo… Me pregunto qué imagen fue tapa del Washington Post el día en que Macedonia declaró el estado de sitio por el ingreso masivo de inmigrantes, sólo unas semanas antes de la foto. O se me ocurre recordar cuál fue la tapa de Der Spiegel, Le Figaro (o importa poco qué diario de renombre sea), cualquiera de todos los días en los que ocurrían muertes por ahogamiento de decenas de afganos, de sirios, de marroquíes, de libios, de iraquíes. Claro, un cuadro con 45 palabras en la antepenúltima página de la sección internacional habrá resultado suficiente.

¡Ahora parece que todo sale a la luz!

¿No resulta como mínimo desagradable leer que el “Jefe de la ONU (está) horrorizado por las últimas (¡!) muertes de refugiados”1?

¿Se trata entonces de una foto? ¿De si la misma se lleva a la primera plana? Aturdidos por la sobreinformación constante, parece que la respuesta es afirmativa.

Pero es necesario avanzar.

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