En los últimos días, logramos conmocionarnos en masa al ser conscientes
nuevamente del horror y la miseria en la que millones de personas viven,
en la región mediooriental de nuestro planeta. La prensa internacional
nos mostró sin sutileza la realidad de aquellos que huyen de la guerra y
la pobreza. Una foto estuvo en las primeras planas. Rápidamente, los
periódicos y los más importantes canales de televisión hicieron pública
la terrible imagen, la que todos odiamos ver, la que nos arrancó algunas
lágrimas y contrajo nuestras gargantas.
Pero me detengo. Y hago
memoria… ¿Es que dejamos pasar información deliberadamente, salvo que la
crudeza de una foto logre conmovernos?
Hace meses que las
noticias sobre inmigrantes que se ahogan en el Mediterráneo pasan cual
fotogramas por nuestras retinas. Da impotencia pensar que podemos seguir
recibiendo pequeñas historias de vidas perdidas o resignadas, a través
de mini textos o palabras mezcladas, trilladas y puestas en el nivel más
banal por los popes del periodismo mundial.
Se me hace urgente
repensar el asunto, recordar y armar un marco de información por demás
confusa, que en apariencia no aparece como tal.
Y así continúo…
Me pregunto qué imagen fue tapa del Washington Post el día en que
Macedonia declaró el estado de sitio por el ingreso masivo de
inmigrantes, sólo unas semanas antes de la foto. O se me ocurre recordar
cuál fue la tapa de Der Spiegel, Le Figaro (o importa poco qué diario
de renombre sea), cualquiera de todos los días en los que ocurrían
muertes por ahogamiento de decenas de afganos, de sirios, de marroquíes,
de libios, de iraquíes. Claro, un cuadro con 45 palabras en la
antepenúltima página de la sección internacional habrá resultado
suficiente.
¡Ahora parece que todo sale a la luz!
¿No resulta como mínimo desagradable leer que el “Jefe de la ONU (está) horrorizado por las últimas (¡!) muertes de refugiados”1?
¿Se
trata entonces de una foto? ¿De si la misma se lleva a la primera
plana? Aturdidos por la sobreinformación constante, parece que la
respuesta es afirmativa.
Pero es necesario avanzar.
Sem comentários:
Enviar um comentário