El hombre invisible al que hacía referencia H. G. Wells no
absorbía ni refleja la luz y por tanto, se podía volver invisible a ojos
de los demás. Algo así parece que ocurre con los hombres que demandan
prostitución que pertenecen a ese género con el "don" de la
invisibilidad en algunos debates y análisis.
Hablamos de la demanda de prostitución en masculino porque en la inmensa mayoría de los casos son hombres, y es que cuando se analizan algunos fenómenos e instituciones sociales, a menudo la masculinidad no es tenida en cuenta como situación privilegiada y son sólo las "otras" a las que se analiza, se etiqueta, se estigmatiza, y a quienes se les exige transformación. En lo que se refiere a la prostitución y la trata de mujeres con fines de explotación sexual, tanto en los estudios, los medios de comunicación, como en la cultura popular, prostitución tiende a identificarse únicamente con las mujeres dando lugar a un imaginario colectivo en el que prostitución aparece como sinónimo de prostituta, como si ésta encarnase en sí misma una institución tan compleja como es la prostitución.
Hablamos de la demanda de prostitución en masculino porque en la inmensa mayoría de los casos son hombres, y es que cuando se analizan algunos fenómenos e instituciones sociales, a menudo la masculinidad no es tenida en cuenta como situación privilegiada y son sólo las "otras" a las que se analiza, se etiqueta, se estigmatiza, y a quienes se les exige transformación. En lo que se refiere a la prostitución y la trata de mujeres con fines de explotación sexual, tanto en los estudios, los medios de comunicación, como en la cultura popular, prostitución tiende a identificarse únicamente con las mujeres dando lugar a un imaginario colectivo en el que prostitución aparece como sinónimo de prostituta, como si ésta encarnase en sí misma una institución tan compleja como es la prostitución.
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