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sábado, 22 de julho de 2017

La posverdad es la continuación de la manipulación, por nuevos medios

La frase original de Carl von Clausewitz rezaba: “La guerra es la continuación de la política, por otros medios”. Con ello, el estratega militar prusiano, quería recalcar la importancia de la “inteligencia” d entro de las campañas militares, durante el periodo decisivo para la conformación de Alemania, entre finales del siglo dieciocho y principios del diecinueve. La idea de Clausewitz era que l as pasiones populares (odio, deseo de venganza, xenofobia, racismo), se tenían que instrumentar y conducir a través de la estrategia militar, en favor de los intereses de la clase dominante (lo que Clausewitz llama Inteligencia o Política). La mayor manifestación de este encauzamiento del odio popular se da dentro del fenómeno del nazismo, entre 1932 y 1945, por medio de la “Propaganda”. C ampañas intensas que, a través de todos los medios de comunicación de aquel entonces, encabezados por la industria fílmica , convencían al ciudadano común de su identificación con el aparato industrial-militar que trabajaba en favor de los intereses particulares de una élite, llamada a si misma: “Alemania”. Göbbels, ministro de propaganda del tercer reich, fue el encargado de definir el término y dotarle de una serie de principios que se mantienen vigentes. S in embargo las ideas de von Clausewitz ya tenían largo tiempo de haberse difundido y propagado al rededor del mundo y , aunque no se contase con el manual de Göbbels, se practicaba la manipulación fascista, tanto entre los aliados nazis, como entre sus enemigos. El gobierno norteamericano, para adoctrinar a su pueblo, lanzo una campaña de filmes anti-alemanes y todo genero de publicaciones, entre las que aún sobresalen los “súper héroes”, un paralelo a la idea de “super-hombre” promovida por el régimen nazi, que superaba a los últimos en fantasía y subjetividad. Los súper héroes son modelos inalcanzables en que los jóvenes fijan su admiración ciega, son depósitos perfectos de impulsos viscerales, justo como planteaba Clausewitz.

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