Desde 2010, Grecia se convirtió en el centro de atención de una buena parte del mundo. Esta crisis de la deuda ,
generada en primer lugar por los bancos privados, no es sin embargo la
primera en la historia de la Grecia independiente. Desde 1826, cuatro
grandes crisis de deuda marcaron fuertemente la vida de los griegos y
las griegas. Todas las veces, las potencias europeas se coaligaron para
obligar a Grecia a contraer nuevas deudas para reembolsar las antiguas.
Esa coalición de potencias dictó a Grecia unas políticas que
correspondían a sus intereses y a los de algunos grandes bancos privados
de los que eran cómplices. Todas las veces, esas políticas tenían como
objetivo liberar los recursos fiscales necesarios para el pago de la
deuda e implicaban una reducción de los gastos sociales y de las
inversiones públicas. Bajo formas que han ido variando, a Grecia y al
pueblo griego se les negó el ejercicio de su soberanía. Y eso mantuvo a
Grecia en un estatus de país subordinado y periférico, siendo las clases
dominantes cómplices de esa situación.
Esta serie de artículos
analiza las cuatro grandes crisis de la deuda griega, situándolas en el
marco económico y político internacional que, sistemáticamente, estuvo
ausente de la narración dominante y muy raramente presente en los
análisis críticos.
Para financiar la guerra de independencia
iniciada en 1821 contra el Imperio Otomano y con el fin de fundar un
nuevo Estado, el gobierno provisional de la República Helénica pidió dos
préstamos a Londres, uno en 1824 y otro en 1825. Los banqueros de la
City, por lejos la principal plaza financiera del planeta en esa época,
se apresuraron a organizar los préstamos de manera de obtener un gran beneficio .
Es
necesario tener en cuenta el marco internacional: el sistema
capitalista estaba en plena fase especulativa que constituye
generalmente, en la historia del capitalismo, la fase final de un
periodo de fuerte crecimiento económico y precede a un cambio que
desemboca, a través de las burbujas especulativas, en un periodo de
depresión y/o de crecimiento lento. |1|
Los banqueros de Londres, seguidos de los banqueros de París, de
Bruselas y de otras plazas financieras europeas, buscaban frenéticamente
cómo colocar la enorme liquidez que estaba a su disposición. Entre 1822
y 1825, los banqueros de Londres habían « cosechado » 20 millones de
libras esterlinas para la cuenta de los nuevos líderes latinoamericanos
(Simón Bolívar, José de San Martín, Antonio Sucre…) que estaban
ultimando las luchas por la independencia contra la corona española. |2| Los dos préstamos griegos de 1824 y 1825 alcanzaban la suma de 2,8 millones de libras esterlinas, o sea, el 120 % del PIB griego de ese tiempo.
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