La universidad es una isla de libertad, al menos la universidad pública.
 Porque el conocimiento, o es, o no es. Nada es incuestionable en la 
universidad, nada, colocar diques a la libertad de pensamiento y 
expresión es colocarlos a la libertad de cátedra y al avance del saber. A
 mí, Podemos no me convence ni IU tampoco y si hay elecciones nuevamente
 me volveré a abstener como hago desde hace bastante tiempo. Si Podemos e
 IU no se entienden ya no serán alternativas a ningún problema sino 
parte del problema mismo. Pero uno tiene sus principios -aunque sean 
personales e intransferibles- y no me va eso de estar aguantando durante
 años clarísimas campañas mediáticas de desprestigio contra Podemos e IU
 y estar callado, así como no me callo cuando al profesor doctor Pablo 
Iglesias –con un notable curriculum académico- le llaman una y otra vez 
“el Coleta”.  
Aunque les pese a muchos, el profesor Iglesias –a quien
 no conozco salvo que hayamos coincidido en alguna reunión de la también
 demonizada fundación CEPS cuando yo pertenecía a ella, a mucha honra- 
es un representante de millones de personas y merece un respeto. Si tras
 su intervención en la universidad decide matizar sus palabras y 
aparecen Errejón y Echenique corrigiéndole la plana, allá él, Podemos y 
sus aliados habrán ofrecido otra muestra más de debilidad, inmadurez e 
incoherencia, motivos, entre otros, por los que no estoy de acuerdo con 
su proceder. Los experimentos se hacen con gaseosa, cuando salta uno a 
la arena pública hay que tener claras las bases fundamentales sobre las 
que actuar. 
Es significativo que, en estos tiempos de 
pensamiento anémico derivado de lo postmoderno, cuando alguien se siente
 seguro de sus planteamientos –aunque las dudas supongo que van por 
dentro- lo llamen engreído, prepotente y calificativos parecidos, da la 
impresión de que se quiere empujar a cualquiera que sobresalga hacia el 
ejército de mediocridad política y social que envuelve a diversos países
 entre ellos el nuestro. Parece que parte de la clase política y 
mediática quiere echar abajo a quien destaca y siembra ilusiones en los 
demás debido a desaciertos y sumisión del bipartidismo a poderes a los 
que no se atreven a desafiar. Podemos es el efecto de ese hecho, no se 
olvide. 
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