En los últimos días, Yayo Herrero [1] ha estado dando charlas en
Barcelona, Bilbao, Lanzarote y Palencia. Después de una semana agotadora
para cualquier mortal, Yayo hace hueco en su agenda para tomar algo en
el barrio y charlar sobre el colapso y las necesarias transiciones. Nos
citamos en uno de esos clásicos bares del centro de Madrid que se ha ido
reconvirtiendo en una mezcla de galería de arte retro y taberna castiza
a la vez. Yayo llega con la sonrisa puesta, con las pilas cargadas y
derrochando alegría. Hablamos de la vida, del ecologismo y otros
cotilleos.
“Hemos perdido un tiempo precioso”. Es una de las frases con las que empieza el libro La Gran Encrucijada. Hace cuatro décadas que se publicó el informe del Club de Roma, Los límites del crecimiento
y, hoy, hemos conseguido que importantes figuras e instituciones de las
más diversas procedencias, como el Papa Francisco, Naciones Unidas u
Obama reconozcan el desafío ecológico, energético y climático que supone
este cambio de ciclo histórico. Hace cuatro décadas, también nacía el
ecologismo social organizado en AEDEN, la Asociación de Estudio y
Defensa de la Naturaleza. No es comparable, por supuesto. La sociedad
organizada ha hecho más por la preservación del planeta que muchas
figuras políticas. Empezamos hablando de las alternativas creadas desde
abajo.
Sem comentários:
Enviar um comentário