Footprints - Praia do Castelejo, Vila do Bispo, Algarve

quarta-feira, 22 de fevereiro de 2017

Los derechos humanos y el riesgo de defenderlos

Quizás el acto más revolucionario que se puede hacer en nuestro tiempo es defender los derechos humanos. Quizás también el más peligroso. Porque defender los derechos humanos supone en primer lugar “denunciar” a aquellos, individuos, instituciones, estados,  que sistemáticamente los violan. Y quedar expuesto a sus represalias.

Les ha ocurrido a nueve compatriotas, nueve  activistas de la campaña BDS (Boicot, Desinversiones, Sanciones) contra Israel,  que en el verano de 2015 tuvieron la osadía de participar, a través de las redes sociales,  en una campaña en contra de la participación en el festival musical ROTOTOM del cantante estadounidense Matisyahu, quien, entre otras lindezas, se había pronunciado públicamente a favor de los atroces bombardeos israelíes sobre Gaza apenas un año antes, en julio de 2014. Aquella operación  que el ejército israelí bautizó con el eufemístico término de “Margen protector” destruyó, en apenas siete semanas, más de 18.000 viviendas, dejó sin hogar a 108.000 familias y causó la muerte de 2.300 personas, entre las cuales más de 500 eran menores de edad. La población palestina de la Franja de Gaza aún no ha podido recuperarse de la devastación causada por aquellos bombardeos, entre otras cosas porque el gobierno israelí impide la entrada de los materiales necesarios para la reconstrucción. Conviene recordar esto, recordar la sistemática violación de los derechos humanos que Israel ejerce contra la población palestina,  porque esa es la clave de la acción de la campaña BDS y de todas las otras formas de resistencia “no violenta” con las que la población palestina enfrenta cada día la atroz cotidianidad de la ocupación. Esa es la clave de la acción de los nueve activistas que se atrevieron a denunciar la connivencia del cantante Matisyahu con el estado de Israel y especialmente con lo más extremo y racista de ese estado, el movimiento de colonos; de hecho su letrista, Ephraim Rosenstein, vive en una de estas colonias en Cisjordania.

Sem comentários:

Enviar um comentário