Footprints - Praia do Castelejo, Vila do Bispo, Algarve

quinta-feira, 16 de fevereiro de 2017

San Valentín hace trampas

En esta sociedad capitalista en la que nuestra existencia gira en torno a los mercados, esos lugares donde todo es susceptible de ser comprado y vendido por unas monedas, y que ocupan la posición central desde donde se organizan el resto de esferas de la vida, no es de extrañar que se nos venda un amor socialmente construido sobre la base de unos mitos heredados de un modelo nacido en el s. XVIII con el romanticismo.

La realidad muestra que lo único que provocan estos mitos cuyas cadenas aún arrastramos es frustración y desengaño, pues nada tienen que ver con nuestro día a día. De ese modo se configura todo un sistema de control que no hace más que perpetuar el orden social establecido, y por tanto las relaciones de poder entre sexos a través de la reproducción de roles y estereotipos basados en unas creencias, que por mitificadas, son falsas.

Y es que, siguiendo los designios del capitalismo patriarcal y auspiciado por el romanticismo de película Disney, Cupido nos envía flechas de machismo encubiertas para que sigamos esperando a nuestra media naranja, esa persona que tenemos predestinada, que vendrá a completarnos y con la que “viviremos felices y comeremos perdices”, pues es la única posible. Nos frustramos si esa persona no llega y nos comparamos angustiados con las naranjas que viven felices en su burbuja de amor, donde son “tal para cual, la pareja ideal”. De esta manera, no relacionamos los celos con el control y la posesión, sino que creemos que son una muestra de amor que no identificamos con la dependencia emocional y la pertenencia.

Sem comentários:

Enviar um comentário