-¿Cómo explicas la ruptura por Arabia Saudita y sus aliados, el lunes
5 de junio, de sus relaciones diplomáticas con Qatar, acusado de
“apoyar al terrorismo”? ¿Es la culminación de una crisis que maduraba
desde hacía mucho?
Interpreto esto como el golpe de
gracia de lo que llamé la “recaída del levantamiento árabe”, que comenzó
en 2013. Se ha entrado desde entonces en una fase de reflujo
contrarrevolucionario a escala regional. Esto ha tomado la forma de una
marginación de los progresistas y de la dominación de la escena política
por el enfrentamiento entre defensores del antiguo régimen y defensores
de la alternativa islámica integrista.
Estos dos polos
contrarrevolucionarios, ambos opuestos a las aspiraciones verdaderas de
la “primavera árabe” de 2011, tienen apoyos en las monarquías del Golfo.
El reino saudita, fiel a su papel histórico de bastión reaccionario, ha
defendido el antiguo régimen con dos excepciones: Libia, asunto en el
que permanecieron neutrales y no participaron en los bombardeos de la
OTAN, aunque sin apoyar a Gadafi con el que regularmente anduvieron a la
gresca, y luego Siria porque el régimen de Assad está estrechamente
aliado a Irán. En cuanto a Qatar, que patrocina a los Hermanos
Musulmanes desde los años 1990, su emir había encontrado una ganga en el
levantamiento árabe para hacer valer su papel ante los ojos de
Washington y jugar la carta de la recuperación del levantamiento
regional por medio de los Hermanos Musulmanes.
Las dos opciones
eran por tanto antitéticas. Se vio desde el inicio, en el levantamiento
tunecino. Qatar con su cadena Al Jazeera apoyó el levantamiento, en
particular al movimiento Ennahda emparentado con los Hermanos
Musulmanes, mientras que el reino saudí ofrecía asilo al dictador. Hoy
la ofensiva en curso intenta parar el apoyo de Qatar a los Hermanos
Musulmanes, poner fin al papel de agitador que juega la cadena Al
Jazeera desde su creación en 1996, en la medida en que acoge a
opositores de diversos países, lo que no es del gusto de los saudíes.
Esto no quiere decir, por supuesto, que Qatar sea “revolucionario”, pero
es la opción de acompañamiento del levantamiento a fin de recuperarlo
por medio de los Hermanos Musulmanes la que resulta atacada. El reino
saudita quiere darle el golpe de gracia en beneficio de la opción de
defensa del antiguo régimen.
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