“Modesta contribución a la erradicación del fundamentalismo” es uno de los artículos que el autor de Leyendo a Gramsci, La gran perturbación, Para la tercera cultura y Sobre Manuel Sacristán publicó en la revista cultural vallisoletana El signo del gorrión
(número 17, invierno de 1999, pp. 107-121). Miguel Casado, otra de las
almas de aquella publicación inolvidable, nos ha facilitado una copia
del texto. Muchas gracias querido amigo (y maestro).
Reeditamos este
trabajo el día 4 de junio de 2016. Francisco Fernández Buey, nuestro
Paco, el Paco de tantos ciudadanos, estudiantes y activistas hubiera
cumplido hoy 73 años. El artículo, en nuestra opinión, es uno de sus
textos -que son muchos- más penetrantes y clarividentes. Por su fuerza
literaria, política, analítica y filosófica. Un ejemplo de todo ello: “Y
la semilla de la contradicción de la Serpiente quedó en sus vientres.
No un Dios, sino la necesidad, les expulsó de un Jardín que algunos, los
menos, llamaban Paraíso. Entonces se sintieron desnudos y perplejos:
también ellos entre guatemala y guatepeor. Si, acosados por el hambre,
la sed y las enfermedades, migraban al Jardín del Norte jugándose la
vida, al llegar allí se les decía que estaban confundiendo la libertad
de los modernos con la libertad de los posmodernos, que es libertad para
los que ya la tienen pero libertinaje para los que aspiran a tenerla”.
Por si faltara algo, sigue siendo de rabiosa -e indignada- actualidad.
También lo es en su magnífica defensa de la libertad republicana: “Los
habitantes del Jardín del Sur del Edén, en la época del Principio del
Fin de la Historia, amaban la Libertad. Igual que los otros. Igual que
todos los hombres. Porque estaban hechos de la misma pasta. Pero no
sabían todavía que la Libertad se dice de muchas maneras: de tantas como
el ser aristotélico. Mientras que los habitantes del Jardín de Norte
del Edén llamaban a la libertad Mercado, los habitantes del Jardín del
Sur del Edén aún pensaban, en su materialismo ingenuo, que el nombre
propio de la libertad es Satisfacción de las Necesidades Básicas.
Identificaban primitivamente la Libertad con el comer y con el beber,
con el derecho a la vivienda, con la supervivencia y la posibilidad de
procreación”.
En su memoria, pues, en su honor, agradeciendo su
amistad y magisterio. Enseñándonos, racional y emocionalmente, como
siempre hizo, y con la modestia e inmenso saber que le caracterizó.
Pensando desde abajo y, siempre, con su propia cabeza crítica, insumisa y
libre.
Las notas finales son nuestras.
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