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quinta-feira, 2 de fevereiro de 2017

La islamofobia de Donald Trump y la amenaza a la Constitución

Apenas se ha secado la tinta de la orden ejecutiva de Donald Trump prohibiendo la llegada de inmigrantes musulmanes a EEUU, pero es más que suficiente para empezar a pedir su destitución. Si sólo ha necesitado una semana para emitir una prohibición total sobre los inmigrantes, ¿qué no será capaz de hacer con las libertades civiles y la Constitución en los próximos meses o años? Como el New York Time informaba el 28 de enero, Trump emitió una orden ejecutiva prohibiendo la entrada a todos los refugiados musulmanes de Siria, además de a todos los inmigrantes de numerosos países, incluidos Iraq, Irán, Sudán, Libia, Somalia y Yemen. La orden fija una prohibición de 120 días para los refugiados y una prohibición total de 90 días para los países mencionados.
No han tardado mucho los tribunales y los activistas en entrar en acción. Miles de activistas anti-Trump se reunieron espontáneamente en los principales aeropuertos para protestar por la detención de los que entraban en EEUU, y un juez de distrito federal en Nueva York declaró que la detención de inmigrantes en suelo estadounidense representaba una violación constitucional de esa misma protección legal. El juez ordenó la suspensión temporal de los esfuerzos del gobierno para detener a los inmigrantes que ya estaban en EEUU. Sin embargo, su decisión no tuvo impacto en la orden de Trump de prohibir la entrada de inmigrantes que residan actualmente en otro país. El jefe del gabinete de Trump, Reince Priebus, ha empezado ya a revocar partes de la orden tras el inmenso clamor público. Priebus ha informado a los estadounidenses que la prohibición no se va a aplicar a los residentes que posean la carta verde, a pesar de que la orden ejecutiva y la prohibición inicial se aplicaban contra todos los no ciudadanos que viajaran a EEUU desde los países en cuestión.
Trump trató de justificar la prohibición enmarcando a todos los inmigrantes de esos países de mayoría musulmana como una potencial amenaza a la seguridad nacional: “No les queremos aquí… Queremos asegurar que no vamos a permitir en nuestro país las mismas amenazas a que se están enfrentando nuestros soldados en el extranjero. Sólo queremos admitir en nuestro país a quienes apoyen a nuestro país y amen profundamente a nuestro pueblo”. Dejando a un lado los absurdos llamamientos al “amor” como motivación de su demonización y discriminación total contra los musulmanes, sus acciones plantean varias cuestiones respecto a la Constitución.

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